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¿Te imaginas un rincón de paz en casa, lleno de flores moradas y un aroma relajante? Con estas semillas de lavanda, no solo embellecerás tu jardín, sino que atraerás abejas y mariposas, ayudando al ecosistema mientras disfrutas de su inconfundible fragancia.
Cultivarla es fácil y apta hasta para los olvidadizos. Siémbrala en primavera, en macetas o cajas de siembra, y cuando alcance 10-15 cm, trasplántala a un lugar soleado. Es resistente, necesita poco riego y tolera climas secos, así que no te pedirá demasiada atención. En 90 a 120 días, estarás cosechando sus flores para usarlas como aromatizante natural, repelente de polillas o incluso en infusiones relajantes y postres.
Si buscas una planta hermosa, útil y fácil de cuidar, la lavanda es tu mejor aliada. ¡Llena tu hogar de color y calma con su aroma encantador! 💜🌿